En 1968, John Darley y Bibb Latané, tras el interés suscitado en 1964 por el asesinato de Kitty Genovese, demostraron la existencia del efecto del espectador en un laboratorio. Realizar
Sus experimentos confirmaron que la presencia de otras personas inhibe la prestación de auxilio, a menudo de manera espectacular: el 70% de los sujetos que estaban solos o bien pidieron ayuda, o bien acudieron a socorrer a una mujer que creían que había caído; sin embargo, en los casos en los que había más gente en la habitación, solo el 40% ofrecieron su asistencia.
Darley y Latané dilucidaron que quizás los espectadores se sientan personalmente menos obligados a dar un paso adelante si hay más gente presente (difusión de la responsabilidad). Cuando no hay nadie más que ellos, no pueden contar con que sean otros los que actúen y se sienten más responsables.
(Dra Sandi Mann. La Biblia de la Psicología. Tú, este libro y la ciencia de la mente. Ediciones Gaia. Madrid. 2016)